miércoles, 17 de diciembre de 2008

Amor en 18 paradas

A Maribel,
por su amistad y su sonrisa.

Amant: -Mon dolç amor: sóc en tan bon sojorn
que no voldria que arribés mai el jorn,
car la beutat que mai nasqués de mare
tinc i estim, i així no temo arani el gelós ni l'alba.
Giraut de Bornelh, 1162-1199

Como todos los días, el Dr. D. Augusto Zerep sale de su casa a las 6:00...extiende la mano desnuda y comprueba si es necesario que lleve su paraguas negro de punta roma. Desciende del portal con el pie derecho y se dirige a la parada de metro de Iglesia, siempre el derecho. Trabaja como profesor en la Universidad Complutense desde hace años, con los mismos apuntes amarillentos del uso cual dedo índice y corazón de un fumador compulsivo. Al llegar al metro, saca su abono mensual de la funda inmaculada entrando con la satisfacción que le da la rutina. Pero hoy, algo va a ocurrir que va a poner el mundo de Augusto Zerep patas arriba.

La ruta a seguir es la misma de siempre, un par de transbordos hasta Colonia Cristal, allí aproximadamente media hora después se sube al metro ligero que le lleva hasta la Universidad. Siempre abre su maletín de piel marrón y extrae Saúl ante Samuel, un libro que lleva quince años leyendo. Pero hoy, tras guardar el bono en el bolsillo interior de su abrigo le ve. Uno s ojos azules se cruzan en su camino… Augusto olvida quitarse el abrigo y al sentarse le hace algo impensable… ¡Una arruga! Ella sentada en el otro extremo del vagón ojea un periódico gratuito; entonces, a y veinte o a menos veinte, ese momento en el que se hace un silencio de manera regular según Gaiman, levanta los ojos de su lectura de estadísticas y cruza su mirada con la del profesor.

Augusto nota como se le acelera el pulso y el órgano del amor, el estómago, le hace un salto mortal, mariposas, estorninos, hasta un águila real parece tener en el ácido habitáculo. Mientras, la máquina fría e indolora del tren llega a su destino. La gente se levanta rápidamente y con el revuelo las caras se confunden con la masa. El doctor desesperado busca, pero no encuentra. Sale del vagón apresurado y de repente lo nota, se vuelva y allí está ella, tres filas más atrás en la escalera mecánica. Él está parado a la derecha y ella baja al ritmo de la caravana, al pasar, tan cerca, tan cerca, el perfume hace que casi se desmaye. No hay ninguna duda, se dirigen hacia el mismo enlace. Augusto tropieza con una señora mientras su imaginación vuela y pone vida a ese rostro anónimo.

Es una actriz que está en Madrid actuando en un musical. Fue educada en el Liceo Francés y ha dedicado su vida al canto. Ahora ensaya por las tardes, actúa todos los jueves y viernes en la Gran Vía y por las mañanas estudia Bellas Artes en la Universidad. Ya la conoce, no hay temor, van en la misma dirección, bajarán juntos del metro y se dirigirán juntos a la facultad, al final del trayecto, al final del trayecto. Y luego, risas, viajes, desayunos sudorosos… Efectivamente, al parar el tren bajan en la misma estación y caminan hacia el tren ligero.

Durante el trasbordo, van muy juntos, se dejan llevar por la multitud, mientras sus hombros casi pueden tocarse. Augusto se cierra al llegar a las escaleras mecánicas a propósito y sus cuerpos llegan por fin al contacto.
- ¡Perdón!- Exclaman casi al unísono, sonríen, sonríen tanto que las luces de la estación se apagan de pura envidia y los seguritas se calan hasta los huesos sus gafas de sol. En el andén, el frío hace que sólo ellos dos no busquen el calor humano de los que esperan su tren, no lo necesitan, ya lo han encontrado. Saliendo de la niebla, el tren se acerca lento pero inexorable, entre luces rojas y verdes, hacia ellos. Las puertas se abren, el calor interior los abraza y los invita a pasar. Sus miradas, mientras, ya van por el Tercer Cielo.

Augusto se acomoda en su mirada azul, en sus dientes de perla, su cabellera dorada y piel de nácar, mientras el espacio y el tiempo parecen hacer trampas y acortarse. De repente, una duda asalta al profesor que se remueve en su asiento: ¿y sí ella no va a la Universidad? ¿Y sí todo ha sido un sueño? La aurora de rosáceos dedos empieza a despuntar, la luz anaranjada lejos de parecer cálida le hace daño, ¡el alba no! Grita para sí. Y a lo lejos se vislumbra su parada…

Si te dijera amor mío
que temo a esa parada,
no sé que luces son esas
Somosaguas me amenaza.

El ansia le oprime el pecho, tiene ganas de llorar. El tren llega, ella no se mueve, él dilata eternamente su movimiento pero ella sigue inmóvil ¡Maldita parada!

Finalmente, el Dr. Augusto Zerep sale del metro. Mientras las puertas se cierran, mira atentamente a los ojos de su amada y cree vislumbrar el brillo de una lágrima peregrina.
- No te preocupes, siempre nos quedará Chamberí- Le susurra al viento mientras la indolente máquina arranca dejando tras de sí un reguero de hojas de álamo cantor caracoleando…


“amaneció, la vi irse sonriendo, con lo puesto,
por la puerta del balcón, el pelo al viento
diciendome adiós, porque decidió que ya
estaba hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón,
de trovadores de contenedor.”
Marea, Corazón de Mimbre


FIN

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Perdón

A todo cerdo llega su San Martín, y todo creador pasa por momentos de sequía. Este ha sido mi mes, prometo escribir algo antes de Navidad.

lunes, 6 de octubre de 2008

En contra del lenguaje SMS

El otro día en un foro tuve la posibilidad de poder discutir el supuesto uso "rebelde" del lenguaje SMS, me encantaría poder seguir discutiendo el tema ya que tras mi respuesta lo único de hallé fue silencio:

El cerebro humano es lento analizando, aunque tenga una gran capacidad, necesita un tiempo para realizar las conexiones neuronales que preceden a la comprensión, expongo una cita larga que explica este proceso y que puedes saltarte.

“Un constituyente principal del cerebro es su sistema de neuronas. Una parte importante de cada neurona es una fibra muy larga conocida como su axón. El axón se bifurca en ramas separadas en diversos lugares y cada una de estas ramas termina finalmente en una sinapsis. Estas sinapsis son las uniones donde las señales se transfieren desde cada neurona a (principalmente) otras neuronas por medio de sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Algunas sinapsis son de naturaleza excitadora, con neurotransmisores que tienden a reforzar la activación de la neurona siguiente, y otras son inhibidoras, con tendencia a suprimir la activación de la siguiente neurona. Podemos referirnos a la fiabilidad de una sinapsis al pasar mensajes de una neurona a la siguiente como la intensidad de la sinapsis. Si todas la sinapsis tuvieran intensidades fijas, el cerebro sería muy parecido a un ordenador, pero se da el caso de que estas intensidades sinápticas pueden cambiar y existen diversas teorías acerca de cómo cambian.” (Penrose)

Bueno, pues todo un proceso para cada estímulo. En todo éste, hay un principio fundamental que se llama "Principio de inmediatez" y es que el ser humano intenta siempre encontrar la forma más fácil y rápida para comprender un texto; así, los que escriben ignorando todas las reglas ortográficas hacen que vayamos más lento. Me explico. La lectura no es lineal, es fragmentaria y más aún en una pantalla, leemos por asociación y no en serie, ni leemos todas las letras de una palabra ni siquiera, todas la palabras de un párrafo. Esto se hace mediante dos mecanismos, que no voy a explicar porque me estoy pasando, pero que voy a ejemplarizar para que sea más claro esto:

Si estás en una biblioteca rodeado de miles de libros, no tendrás ninguna duda de responder que ves "libros" si te hacen la prengunta ¿Qué ves ahí?, da igual la distancia. Pero, realmente lo que estás recibiendo son millones de estímulos diferentes, lo que pasa es que tu cerebro abstrae el concepto para que puedas pensar, si no pasarías horas analizando y realizando conexiones neuronales. A la vez, el cerebro "aprende" de cada abstracción y del proceso, haciendo que cada vez sea más rápido

Al rechazar voluntariamente la ortografía lo que hacen es crear interferencias en nuestros procesos aprendidos. Tenemos que desplazar estructuras creadas, y construir nuevas para poder agilizar el proceso de comprensión de un texto escrito sin reglas deliberadamente.

Puede sonar moderno, escribir la k siempre que corresponde al fonema /k/, pero estás afectado los procesos cognitivos que utilizan los lectores, que deben realizar para entenderte, así ocasionan que sea más molesto y más lento, porque nos supone más esfuerzo. Esto si eres un Juan Ramón Jiménez, y me estás escribiendo una poesía que puede conmoverme, puede merecer la pena, pero para leer un post o un email pues la verdad no compensa.

viernes, 8 de agosto de 2008

¿Qué es la modernidad?

A ese Orcaray


Modernidad son tres skaters que saltan de sus monopatines, sacan una guitarra y se ponen a tocar flamenco.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Metacomprende


" I am a question mark"
Jaimie Lidell, What's the use
metacomprende para entender
que ese mar de neuronas
es el camino hacia la interrogación

jueves, 31 de julio de 2008

Alejandro duerme bajo los libros

No sé si es porque veo a mi hijo durmiendo bajo mis libros, o porque ahora pienso como un padre, o porque hecho mucho de menos a este gran poeta, pero sus palabras no dejan de latir en mis sienes:

Escultor de barro
A María Aurelia Sánchez

Yo no podré jamás ser un buen padre
con el pecho estrellado de condecoraciones
y el cuadro de un abuelo bien barbado,
modelo de mi prole.

A una mujer le brotarán los hijos,
tan milgrosamente como flores.
Llegarán preguntando a dónde vienen,
desde Dios sabe dónde.
Y yo, que he estado siempre entre preguntas,
¿qué responderé entonces?

Qué pena no poder ser un buen padre
lleno de tesis y de nombres,
con un consejo a flor de labio
y un dedo enarbolando las lecciones.

Mal puede un escultor hecho de barro
querer modelar hombres.

Ellos me pedirán para sus pasos
sendas seguras en el bosque.
- Dejad la mano izquierda en el ocaso
y el corazón quemando al polo norte,
zaguero el sur y el este a la derecha.
Y ahora que conocéis los horizontes,
marchad, diré a mis hijos,
a donde oigáis cantar los ruiseñores.

Qué pena no poder ser un buen padre
de los que todo lo conocen;
y qué vergüenza que mis hijos
se enteren por los libros que hay padres mejores.

Les dejaré la herencia de mi frente,
un arca llena de interrogaciones.
¿Y qué pensarán ellos,
sintiéndose tan pobres?

¡Qué lástima tener que ser tan mal padre,
tan viejo y triste entre los jóvenes,
con la espalda curvada
de tanto cortar flores!...

P. Lezcano, Mensaje, 1946.

Yo conocí a Pedro, que nunca me dejó llamarle de usted, en su casa; fue fácil encontrarle sólo había que preguntar en el pueblo por el poeta. Ya no escribía, tenía 80 y tantos y se había muerto su hija. Vivía en una depresión muy profunda, con mis visitas yo veía ilusión en su mirada, y sobre todo que volvía a hablar en endecasílabos.

Me enseñó mucho en las pocas veces que hablamos, a encuadernar libros, a mirar en verso la vida... Me dijo que sólo había una cosa de la que se arrepentía en su vida, y era de haber sido político, y una sola profesión que no respetaba: la de militar. Yo por aquellos entonces era militar, cosa que nunca que dije, y recuerdo como uno de los momentos más intensos de mi vida cuando leí delante de él uno de mis cuentos, sentado en la biblioteca de la casa de Benito Pérez Galdós. Fue el único Presidente del Cabildo de Gran Canaria que se sentaba al lado del chófer, y que a pesar de una vida muy intensa, su mejor recuerdo era una poesía que improvisó para las azafraneras. El momento que recordaba con más miedo fue cuando, fijénse en la paradoja, casi le meten en la cárcel por el poema titulado "Consejo de Paz", que se ganó un consejo de guerra.

Yo conocí a Pedro Lezcano en su casa, iba en silla de ruedas y sólo hacía power points de setas. Elaboré un verdadero edificio burocrático en Salamanca, para intentar traerle y que la gente le conociera, por lo que él quería que se le conociese, por su obra, pero de sus labios. Le pedí permiso para utilizar sus poesías y su respuesta fue: "Para eso no necesitas permiso, Daniel, mis poesías no son mías, son del que las quiera, mías son mis manos que se han de venir conmigo al fango, con mis escritos haz lo que quieras".

Hoy 6 años después de su muerte le sigo recordando como el único hombre que he conocido que vivía como soñaba, en verso, y me acompañaba hacia la puerta de su casa con su bastón lamentándose por los insultos que le profería su perro al no dejarle salir.

Mientras acuno a mi hijo con mi mano izquierda, te recuerdo Pedro.

jueves, 24 de julio de 2008

Alejandro

Alejandro Recien Nacido
Alejandro 1er día

Y tras verle, tuve la certeza de que no he hecho nada en mi vida que pueda ni siquiera comparar a besar los dedos de la mano de mi hijo.

jueves, 17 de julio de 2008

El día que decidí tapiarme una oreja

Todo el mundo me pregunta, ¿por qué coño llevas una oreja tapiada? Pues bien, hoy he decidido explicarlo. Porque me da la gana, razón primordial, porque estoy hasta los huevos de oír medias verdades, (siempre he preferido las medias mentiras), porque todos los días me acosan las noticias, mentiras, las vecinas, el vecino, los perros, las obras... Y ¿por qué no me he tapiado las dos? Primero por solidaridad, hay tanta gente que daría lo que fuera por oír, que no lo podía hacer; después, porque no podría oír música, que es de lo poco sincero que queda en el mundo, ¿cómo coño lo haría Beethoven?

Estos días le estoy dando vueltas a tapiarme un ojo, o quizás me lo alicate para ser más moderno, con baldosas de colores, con baldosas de colores...

miércoles, 16 de julio de 2008

El Guardián del Tiempo Perdido

" And if i'm wasting my time
then nothing could be better
than hanging on the line
and waiting for an honest word forever"
The White Stripes, Wasting my time

Joder, vaya calor que hace en Barna en julio. Tengo que hacer unas compras para el niño, pero me lo estoy pensando. ¡Y encima estos malditos semáforos que no se ponen nunca en verde cuando estás al solanero! De repente, alguien se acerca por detrás y se pone al lado... Va vestido con un traje de manga larga amarillo limón, una chistera y zapatos negros, guantes blancos y un bastón en las manos... Casi parece una caricatura más que un ser humano. Una gran perilla perfectamente recortada y un monóculo en su ojo izquierdo. Es cómo si a un español le hubieran dicho que dibujara de manera satírica a un inglés, al lado de él uno piensa dos cosas, o bien: "Es un cobrador de morosos" o "De un momento a otro va a sacar una caja de cereales y se va a meter en ella".
No puedo resistir la tentación de hablar con este gran personaje, que para mi asombro no suda, ni hace ningún gesto de sofoco, a pesar de estar a 35ºC y con una humedad de muerte. ¡Hola! Hola Sr. García. ¡Joder! Sabe mi apellido... Bueno, la verdad es que no es nada exótico, pero aún así... ¿Cómo sabe usted mi apellido? Fácil, es mi trabajo, conozco el apellido de todo el mundo para poder hacer bien la catalogación. Mi asombro va en aumento, así que le propongo tomar una cocacola fresquita y hablar con más tranquilidad. Acepta encantado, aunque se pedirá, cómo no, un té. Entramos en el primer garito que nos cruzamos, El Central, nos sentamos en una mesita cutre, con sillas de anea blanca, y hablamos.
¿Me puede explicar lo que me ha dicho antes? Claro sr. García, soy El Guardián del Tiempo Perdido, y me dedico a guardar el tiempo que la gente va perdiendo, es una tarea ardua para la que es condición indispensable conocer bien el nombre de mis clientes para no equivocarme y ocasionar un disgusto...










Exactamente igual, me quedé yo, en blanco. ¿Entonces me quiere decir usted que no es humano? Exactamente, soy una figura intemporal, como la Muerte, Morpheo, la Vida... Le miro a los ojos, no sé si se está quedando conmigo o si de verdad, cree lo que estaba diciendo. Y no parece mentir. ¿Y para qué vale lo que usted hace? Hombre, es muy importante sr. García, el tiempo es un espiral, y cuando se malgasta se van rompiendo las líneas, las cuerdas, así yo lo que hago es recomponerlas, y guardar ese tiempo para un futuro, reciclarlo y crear más cuerdas para otras personas. Joder, no sé que decirle a este tipo. Perdone, pero es que es un poco difícil creer lo que dice, ha estado bien lo de saber mi apellido, pero... Sí, lo comprendo, es algo arduo reconocer a una figura casi divina como la mía, pero hay algo importante que se le escapa, lo que crea usted o no, no me interesa en lo absoluto. Dicho esto, se calzó de nuevo la chistera, se despidió y me dejó en el bar, con una cocacola, la cuenta por pagar y una sensación... ¿Cómo describirla? Pues, no sé, es cómo un alivio y a la vez una desazón. Por un lado, es reconfortante pensar que el tiempo que pierdes alguien lo guarda, lo mima, y lo recicla; por otro lado, ¿tanto tiempo perdemos que el Cosmos, el Universo, dioses o quién mierda sea, ha creado una figura equivalente a la Muerte o a la Vida, para administrarlo?

domingo, 13 de julio de 2008

Hijos de la Constitución

Compañeros, nacidos en el '78, somos la generación de la Bola de Cristal, del "Rompeolas" de Loquillo, los que vemos como se llena nuestra vida de niños, ya sean nuestros o de amigos, no quiero hacer un escrito melancólico sino reivindicativo. Somos creadores, de una forma u otra, escribimos, pintamos, tocamos, y es hora de ir haciéndonos hueco. Propongo el nacimiento de una Generación, HIJOS DE LA CONSTITUCIÓN, en este mundo lleno de hipocresía y prisas, lleno de rivalidades y mezquindad, hagamos nuestro espacio, creemos un universo como nos de la puta gana. Unámonos y editemos vídeos, organicemos exposiciones, conciertos, y sobretodo reunámonos en un espacio físico o cibernético, y comuniquemos al mundo lo que hacemos, tenemos que ayudarnos los unos a los otros, blogs, libros, cd's, dvd's, lo que sea. Escribamos un manifiesto y sobretodo, sobretodo, sobretodo, compartamos...

Yo propongo crear un blog y que cada uno aporte a él lo que le dé la gana, lo que tenga tiempo, lo que le apetezca. Y mi propuesta de banda sonora:




Escribid a todos los que sean de nuestra generación y que las ondas telemáticas nos reunan en una generación digital.

viernes, 11 de julio de 2008

Volviendo a inventar...

Invéntate un mundo, invéntate un tu, regálame un yo
bucea entre unos y ceros y créate,

créame

juguemos a vivir una vida inventada,
escóndete tras el enter y cuenta hasta cien,
te esperaré

entre links y banners;

regálame un yo y te regalaré un nosotros,
vísteme que yo te arroparé,
besémosnos hasta que el ventilador se canse
y el calor de la siesta nos envuelva.

Escríbeme que yo te editaré...

Cuento lejano de agosto

A Nora y a sus manos manchadas de arcilla,


"Mal puede un escultor hecho de barro

querer modelar hombres"

P. Lezcano, "Escultor de Barro" (1946)


Bueno, pues aquí estoy sentado a la sombra de la Torre Agbar que se levanta solemne buscando una vagina en el cielo. Llevo todo el día dando vueltas con mi bicicleta a ver si me canso, pero el cansancio sólo se traduce en dolor de culo, mi mente sigue estando muy fresca, aunque decir eso es un poco contradictorio porque está bastante caliente de pensar, pensar y pensar....

Hombre, por ahí viene Andrés.

-Hola Andrés, ¿qué tal?
-Bien, bien, cómo siempre.
-¿Qué tal tu padre? Desde que vivo en la ciudad que no veo las estrellas no sé nada de él.
-Pues ahí sigue, con su curro de limpia-estrellas. Me está dando mucho la brasa para que me aprenda el oficio, pero ya sabes que a mí las estrellas no me van, si tengo que limpiar una estrella prefiero que sea de mar.
-Entonces, es por eso que estás perdiendo el brillo de la piel, si ya no vas a limpiar... Pero bueno tío, cada uno es libre de hacer lo que quiera, si no te apetece el rollo estrella pues no lo hagas. Oye, ¿qué te parece si te tocas algo?

Descuelga su guitarra española, esa eterna mujer colgada a su espalda, y comienza a tocar un blues.

-Siempre tocas blues.
-Siempre toco lo que me dice tu cara, y siempre me llamas cuando estás jodido, así que, qué esperas.

El sonido de las cuerdas empieza a elevarse y a mezclarse con los azules, rosas y rojos de la torre, ascienden en espiral y empiezan a encender las luces, que chisporroteando empiezan a emitir todas las tonalidades posibles entre azul y rojo, de la mano de Andrés entonces brota una llamita amarilla y los verdes y naranjas empiezan a envolvernos. El marrón y el verde de las palmeras de la Diagonal palidece, y todas ellas empiezan a volverse azules, mientras la gente mira extrañada a la vez que maravillada como su piel se empieza a volver rosa, amarilla... Los ojos de los niños empiezan a proyectar una luz violácea y me miro... Soy el único que no cambia de color, ni yo ni Andrés, ¿por qué será? Creo que es porque hace tiempo que decidí no volver a cambiar de color, no quiero ser azul, no quiero ser rosa ni naranja. Quiero seguir con mi color y el que tengo guardado en una cajita en mi mesita de noche. Ese que guardo para Ella, para cuando le dé la puta gana de aparecer. Entonces, con nuestros dos colores sí que cambiaré, volaré. Le regalaré mi color y dejaré en sus manos la arcilla de mis emociones, que tantas manos han pringado ya sin logar que nadie hiciera un jarrón. Tengo mi armario lleno de vasijas rotas...

Andrés deja de tocar, y todo el mundo vuelve a su color.

-Bueno tío, creo que es hora de que nos echemos una caña- Dice mientras la torre alza su mirada hacia una luna que le mira con cara de envidia...

Y un año después, la tengo, vivo con la alfarera, he vaciado mi armario, he quitado las puertas y ahora vivo sin ellas, con estanterías llenas de jarrones blancos y azules, azules y blancos...

lunes, 7 de julio de 2008

Los genios españoles



Nada más que añadir, totalmente de acuerdo.

Manolito y el elefantito

"La Vida ya Muerte, como el músico e iconoclasta galés John Cale señaló una vez, son sólo cosas que haces cuando estás aburrido"
N. Gaiman, Muerte: lo mejor de tu vida.

Había una vez en la Ciudad Condal, un hombre al que los amigos llamaban Manolito El Elefantito; este mote no le venía por su gran memoria, o su peso, de hecho era más bien bajito y delgado, era por el tamaño de su miembro. Solía salir de la ducha y golpear con él las paredes mientras imitaba el sonido de una batería, se dice que una vez incluso en un concierto, puesto que nuestro hombre llegó a tener una banda de música famosilla, se lo sacó y comenzó a tocar la batería, se podía decir que era la polla a la batería.
Pues resulta que este hombre, de origen más bien humilde, había hecho mucho dinero, de la manera que tanta gente hizo en España en la época del ladrillazo, heredó una casa de sus padres y otra de sus tíos, y mirando el mercado vio que valían un dineral. Incluso vendió la que él tenía en el centro y se compró otra en las afueras para ganar más dinero todavía. Con el dinero que sacó de vender esas casas invirtió en otras, y cuando se quiso dar cuenta tenía cinco casas y seis en alquiler, todo un patrimonio para el paquidermo. Dejó el trabajo que tenía en una imprenta y se dedicó a invertir por diversas ciudades del país, hasta que calculó que tenía el suficiente dinero para vivir sin trabajar el resto de su vida.
Se compró un buen coche, un traje armani y un peluco marca buena, y se dedicó a realizar el sueño de su vida. Durante muchos, muchos años, las mujeres se habían reído de él, era pequeñito, muy delgado y desde joven alopécico, y en cuanto a lo otro, pues eso, el tamaño no siempre importa. Montó una banda de rock, y actuó a lo largo y ancho de Cataluña, tocaba por muy poco dinero o gratis, ya que él lo que quería era tener un grupito de fans que le adoraran como a un dios. Pero claro, a su edad, sin saber cantar ni componer, sin haber estado en OT, pues no funcionó. Así que harto de todo recurrió al plan b. Había observado que en ciertos bares, discotecas, había muchas veinteañeras extranjeras que revoloteaban alrededor de hombrecillos con mucha pasta, para que les invitaran a copas, a droga y se imaginaba que luego ellos se lo cobrarían en carne. Así que cogió su traje, peluco y coche caro y se fue para el Buda. Tras la segunda botella de cava del norte, champán creo que le llaman en esas tierras, ya tenía tres niñas de veinte añitos con él, riéndole las gracias y extasiándole con sus perfumes caros, los generosos escotes sin sujetador, y las risas profidén. En poco, una enorme erección se hizo con el elefantito y el pantalón, empezó a acusarlo notablemente, estaba eufórico y pensaba tener la mayor noche de sexo de su vida, con varios de aquellos bocados celestiales.
Humo, alcohol, perfumes caros, mucho rojo, música trance, softrance, minimal... House, los budas con su falso dorado, los camareros y camareras topmodel en paro, mucho billete de cien euros, risas falsas, oro, mucha ropa negra y el tiempo como suspendido, flotando alrededor de Manolito que poco a poco se levanta, todo el mundo está muy quieto, ¿será una broma? ¿Un juego? Sólo se mueve una persona, sentada en una silla acolchada, un sillón dirían otros, una chica joven, muy pálida, vestida de negro y con las uñas pintadas de negro, tiene pinta de cantante adolescente, de rock-star, de su cuello cuelga un Ankh egipcio, y entre sus piernas, apoyando en el suelo tiene un paraguas negro. Cuando nota que Manolito le ve se levanta y se acerca a él, ¿te lo has pasado bien? Dice con una voz que podría dibujarse con colores púrpuras... eh... sí... Pero, ¿por qué me lo dices en pasado? Porque es la hora. ¿Ya? Sí. Manolito mira atrás con pena, pero no se nota apenado, más bien siente alivio. Se abotona la chaqueta con parsimonia, y sale del local acompañado de la chica, la calle bañada de naranjas y sirenas, y el aire, el aire como siempre nocturno, oscuro y nocturno...

domingo, 29 de junio de 2008

La sonrisa del genio...

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Defender la sonrisa

Hambre, hipotecas, stress, dinero, dinero, guerra... Sí el mundo está jodido, cada día es una lucha, homo homini lupus y todo eso, pero sin sonrisas estamos peor. Por desgracia parece que si sonríes, si te ríes, la solemnidad se pierde, tus argumentos, y todo lo que defiendes parece falso y vacuo. ¡Pues no! Defendamos la risa y la sonrisa, el buen humor frente a los que quieren jodernos, no les dejemos que nos rompan la sonrisa de la boca. Hace tiempo un amigo me contó esta anécdota:

"Iba un punky de estos modernos, con su perro y su flauta por la calle, al ir a cruzar la calle venía un coche, y sucedió lo típico que suele suceder tantas veces, él iba a pasar y el coche se paraba, pero luego no pasaba y así unos segundos de indecisión. El conductor presa del stress del día salió como una flecha hacia él para discutir gritando y con los puños en alto. En ese momento le dice el peludo: "¿Sabes que te falta a ti?", "¡Qué!" gritó el yupi "¡Un buen abrazo!" Le dijo el punky mientras le abrazaba"

... Y el trovador ilumina...

sábado, 21 de junio de 2008

El rey...

Ni Presley ni ostias... El rey es Peret:


miércoles, 18 de junio de 2008

Selva de ciudades III

Cuando vivía en Las Palmas, cogía todos los días alrededor de cuatro guaguas, podría decir que me he sacado media carrera montado en autobús... En estos largos viajes conocí a mucha gente, aunque también ignoré, pero el que más me impresionó sin ninguna duda fue un extraño personaje que se subió un día al lado mío, poco pelo, rasgos muy marcados, cara con esos surcos de expresión que te dicen que es buena persona, con una gran gabardina y ojos gallegos. En cuanto se acercó a mí, noté su olor nauseabundo, olía a mierda pero no de un día... Cuando se sentó, vi que llevaba una paloma en su regazo, cosa que todavía me repulsaba más, y miles de cagadas de su amiguita... Yo me hice el loco y seguí leyendo mi Cien años de soledad, había quedado con un colega para oír a Panero, y después hablaríamos un rato del libro, él tenía una teoría sobre Aureliano y la bomba H poco menos que curiosa. En fin, que iba yo leyendo cuando me dice: "Perdona muyayo, ¿te gustan las palomas?", yo alcé la mirada del libro sorprendido y no llegué a responder ya que siguió hablando: "La gente odia las palomas, las mata, las envenena, las insulta... Yo las amo, las amo profundamente". Una vez dicho esto, se levantó, tocó la llamada de parada y se bajó en la siguiente. Yo me quedé tan estupefacto como seguramente te quedas tú, seguí a aquel personaje con la mirada mientras se bajaba y se acercaba a hablar con una señora un tanto especial también. Era una mujer que yo llevaba tiempo observando, pelo canoso, pantalones de tactel, jersey, o pullóver como lo llaman los canariones, gafas de pasta antiguas, no retro, las manos a la espalda y siempre, siempre, siempre estaba andando. Tenía un pequeño circuito en la plaza de la Universidad, y cuando tenía que estar esperando la guagua la observaba. Hacia delante, torcía a la derecha, seguía, torcía a la izquierda, se daba la vuelta y volvía al punto de inicio, una y otra vez, sin parar. No hablaba con nadie, menos con el amante de las palomas, que nunca supe que le contaba, sólo andaba y andaba.
Una vez, me acerqué y le pregunté curioso por qué andaba tanto, y me respondió: ¿Y por qué no? Ante esta respuesta no cabe más que la reflexión, andar y vivir, ¿por qué no?

jueves, 12 de junio de 2008

Escrito desde la rabia

"Felicidad, s. Sensación agradable que nace de contemplar la miseria ajena."
A. Bierce, El diccionario del diablo, 1876.

Ayer estuve en una reunión de vecinos, era mi primera vez, iba a defender algo que ya creía perdido, pero había que lucharlo, y a hablar de algo que creía trivial y que no daría para mucho. Pues bien, la primera batalla la perdí, pero como buen guerrero aprendí de mi derrota; aunque lo más sorprendente es que perdí la que no creía ni que fuera una lucha, y perdí profundamente, mucho más que una discusión, podría aplicar una de las acepciones que tiene en el diccionario de la RAE el verbo:
Perder. (Del lat. perdĕre).
3. tr. No conseguir lo que se espera, desea o ama.
No porque haya perdido algo físico, sino por lo que se ha roto dentro de mí. Me explico: mi mujer va a tener un hijo en agosto, y a título informativo, preguntamos a los vecinos si había algún problema en dejar el carrito en la entrada de la escalera. ¡Cual fue mi sorpresa cuando se negaron a votar! Las excusas, mejor no decirlas todas para no dañar la sensibilidad del lector, iban desde: "Claro, no podemos darte permiso para dejar el carrito en la entrada porque crea un precedente, y si la gente que se está mudando nueva a la escalera empieza a tener niños, entonces ¿qué?, se convierte eso en un parking de carritos...", o "se empieza con un carrito de bebé y luego viene el carro de la compra...", etc., etc., vergonzoso, desde ayer tengo una furia dentro de mí que no sé como canalizar. No sólo, por el banal hecho de que claro como vivo en un tercer piso barcelones, un quinto fuera de aquí, es complicado subir con el niño y el carrito, después de pasar por el hospital y eso... Sino, porque oigo a diario, y con razón, las quejas de la gente que me rodea, junto con las mías, del desamparo en el que se encuentra una familia que tiene un hijo, madres despedidas, degradadas, ignoradas, sólo cuatro meses para cuidar del niño hasta que casi obligatoriamente tiene que ir a una guardería. Luego claro, no hay suficientes guarderías públicas para tanto niño, así que hay que llevarla a una concertada si tienes suerte, o en su defecto, a una privada. Esto supone para la familia en Barcelona 600€ de media, una barbaridad difícil de absorber por una familia que tiene que hacer frente a las subidas del euribor, la inflación, los sueldos bajísimos... Todo es verdad, pero falla la base, y es que si frente a una nimiedad como es dejar el carrito en la entrada del edificio, para que la madre no se hernie, o que cuando lleguen de trabajar alguno de la pareja pueda descansar algún día de subirlo; algo tan tonto, no se concede, poco más se puede esperar de esta especie humana. ¿Qué podemos exigirle a los políticos? Si basamos nuestra vida en el miedo al otro, en lo que pueda pasar, en la mierda que nos puede caer al salir a la calle, en el egoísmo absoluto, nunca podremos progresar.

Todo este alegato, con las necesidades que hay en el mundo, hambre, guerras, calentamiento global, contaminación, catástrofes naturales y humanas, puede parecer frívolo, pero no lo es; si no es posible poner de acuerdo a una comunidad en algo tan nimio, difícil podremos ayudar al mundo. Por eso, desde las nauseas y el asco que me producen mis vecinos, reclamos más humanidad, menos egoísmo y a ser posible, y esto quizás es lo más difícil, que la gente levante un poco la cabeza, separe los ojos del suelo por la vergüenza que le da ser tan mezquina y mire más allá.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Computerizar al ser humano

Queridos investigadores, preminentes científicos de alta gama. Seres humanos dotados de la capacidad de ver más allá, de descubrir, de hacernos evolucionar; no gastéis más tiempo y dinero en intentar computerizar la existencia del ser humano, su inteligencia... Siempre habrá un fáctor que os fallará y que es irresoluble: la estupidez humana es incomputeralizable.

sábado, 10 de mayo de 2008

Epistolario Ausente

Querido Yeray,

Me ha encantado el vídeo que me has enviado

coincido totalmente con tu deleite con la lírica popular.

Hace unas semanas, que la idea de que realmente vivimos en un reflejo, se hace más fuerte en mi psique más profunda. Desde que un matemático me ha demostrado, que es más fácil computerizar el subconsciente que la materia consciente he roto la placenta en la que vivía, he rasgado la esfera y ahora veo que vivo realmente en una caverna, allá al fondo veo la luz, la descarnada y violenta luz.

Y es que, querido amigo, este es el "no se qué" que yo veo en la lírica popular, en que es el reflejo más auténtico de ese mundo de las ideas, despojado de ropajes y falsos adornos, el ser humano conoce la pasión poética sin necesidad de adornos; parafraseando al genio la poesía viene pura, vestida de inocencia, para que la amemos como niños.

Finalmente, te dejo un homenaje del gran Leonard Cohen al poeta español que mejor ha comprendido la pasión ontológica de la lírica popular:



Espero que lo disfrutes, un abrazo amigo

jueves, 8 de mayo de 2008

Multiverso

En 1960 Michael Moorcock se hacía eco de la afirmación de Andy Nimmo, por aquel entonces vice-director de la British Interplanerary Society de Escocia, cuando dio un discurso para dicha organización acerca de la interpretación "varios-mundos" de la física cuántica que se había publicado en 1957. Creaba todo un universo literario, formado por un multiverso y la afirmación que la realidad no es más que la réplica de una multitud de realidades interconectadas entre sí, o autónomas, en las que siempre hay un campeón eterno, una lucha entre la ley y el caos, con un estamento superior llamado Balanza Cósmica que buscaba evitar la destrucción del sistema. Yo conocí a este escritor a través de mi aficción al rol, leí todas sus novelas con verdadera pasión, para después, en la carrera, darme cuenta de lo mal visto que había estado este escritor en las esferas de la alta "dignidad literaria". Hoy en día, filósofos como Peter Sloterdijk con su teoría de las esferas, estudios de vanguardia científica acerca de los universos burbuja, e incluso matemáticos como el genial Roger Penrose con sus teorías platónicomatemáticas acerca de la existencia de un mundo de las ideas, reflejan la posibilidad de la existencia de mundos paralelos, de universos coincidentes que incluso chocan entre sí. A ti, Michael Moorcock, escritor que tantos buenos ratos me ha dado va este homenaje:




Algún día, la "alta cultura" se mirará el ombligo y verá que tiene pelusilla, como todo el mundo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Selva de ciudades II

La cala del bufadero

"Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar"
Silvio Rodríguez, De la ausencia y de ti

Para Yeray y su ausencia

Hay una cala en la isla de Gran Canaria muy singular, a medio hora más o menos en guagua de Las Palmas. La parada está en mitad de una carretera polvorienta, y si no preguntas a algún lugareño o al guagüero no serás capaz de llegar. Si lo haces, veras que la gente te mira un poco extrañada, y no es raro dada la fauna que se mueve por aquella calita.

Es uno de los enclaves naturales más impresionantes que he visto nunca, es una especie de cuña elevada en el océano que se renueva de agua limpia cada vez que sube la marea. De varios metros de profundidad y rodeada de rocas negras. Te puedes aventurar a la punta de cuña y estás como suspendido en el aire, con las olas rompiendo bajo ti con una fuerza atronadora, y de vez en cuando el agua salada saltando por encima de ti, bufando. Roca negra, agua cristalina con todos las tonalidades del azul que pueda una mente imaginar. Pero, sin ninguna duda, son los personajes que visitan tan increíble lugar los que más llaman la atención.

Vamos a conocer a algunos. La cala, me contó un amigo, fue un reducto de travestis durante el franquismo, y se nota en que siguen frecuentandola, la Pili, la Bettybú, la Flor... hombres hinchados a hormonas femeninas, con unos tangas que ellos mismos facturan, de flores, corazones, en resumen de muchos colores. Se lanzan al agua desde más de tres metros de alturas cual Johnny Weissmuller depilado y rasurado (particularmente una de ellas es la más impresionante, hace incluso el ángel antes de caer), para después, si estás en el agua gritar: ¡Socorro, socorro, salvavidas me ahogo! Entre risas y desfachatez de una nadadora con más tablas que Thorpe. De todas, hay dos que siempre atrajeron mi atención. Por un lado, la Betty, un calvo enorme, con tetas hormonadas y unos pelos del sobaco que le llegan casi a la cintura y por otro lado, no me acuerdo ya del nombre,pero sí que trabajaba en un banco. De diario, traje ejecutivo y reuniones de negocios. En su tiempo libre, tanga de colorines y chapoteos plumeríficos.

Además de la "tribu" afeminada, acudían a la cala una pareja de lo más singular. Todo el santo día fumando porros y mirando hacia el océano. Totalmente desnudos y con una pequeña tienda de campaña en la parte de arriba de la cala. Correteaban a su alrededor siempre dos críos, ¿o eran tres?, de otros tantos hombres con la señora, mientras ellos fumaban los niños se jugaban la vida entre las rocas y el poderoso océano, sin que ellos le otorgaroan mucha importancia. De vez en cuando, el hombre gritaba algo en un idioma incomprensible, algo así entre dientes como: "agroosmoosmasdn" y los niños obedecían, ¡esto era acojonante! Habían creado entre THC y THC su propio lenguaje, y entre ellos funcionaba.

Habían muchos más, el gay colombiano exiliado con apellido sospechoso, los mirones onanistas de los acantilados... Pero el último que te voy a presentar era Sandokan. Un hombre que había salvado tantas personas de morir ahogadas como cicatrices tenía en el cuerpo de las agudas rocas. Se atrevía a entrar en los rompientes a los que los equipos de salvamento eran incapaces de acceder. Dicen que con 15 años ya salvó a una niña de morir ahogada. De tez morena, ahicharrado, calvo y con una gran barba blanca, siempre mirando al océano, escudriñando los acantilados en busca de problemas. Con más de 30 años de salvar gente a sus espaldas, una vez que hablé con él, sólo pude sacarle estas palabras: "No te fíes del mar, muchacho, nunca le des la espalda"

Y es que, finalmente, la cala era tan espectacular como peligrosa, y disfrutar de sus placeres le había costado la vida a más de un despistado.

7 de mayo de 08, Poble Sec


martes, 6 de mayo de 2008

Selva de ciudades

El organillero


Locura, s. Ese "don y divina facultad" cuya energía creadora y ordenadora inspira el espíritu del hombre, guía sus actos y adorna su vida.
Ambrose Bierce, El diccionario del diablo.

Día tras día, con sol, con lluvia, con miradas, ignorado... Él está allí, con su viejo perro de raza indefinida, su bicicleta con un remolque casero y su organillo. Hace años que ese viejo trasto no suena, pero a él le da igual, mueve la manivela pacientemente mientras la música que lleva grabada suena por los altavoces a pilas de su equipo. El puesto lo adornan dos grandes sombrillas. Siempre lleva una gorra roja, vieja y sucia, unas grandes gafas de pasta, una camisa de cuadros verdes, y un pantalón, que hace años era azul, de pana. Se acuclilla en el suelo, y pasa horas y horas, mientras el devenir frenético de la ciudad le ignora tanto como a un chicle pegado en el suelo.

La primera vez que le vi, creía que estaba allí para pedir dinero, pero, no había donde echarlo. Después, he ido observándolo día a día, y nadie le da dinero, él sólo recibe cosas. El otro día un chavalillo le regaló un cómic, bueno un tebeo mejor dicho, de Mortadelo y Filemón. Desde entonces, se sienta al lado del organillo destartalado y lee. La música suena, y su ritual parece haberse roto, pero a él le da igual. Con sus enormes gafas, lee y sonríe, lee, sonríe.

Declaración de intenciones

Con dos días que llevo de "bloguero", me he dado cuenta de que es un género literario más, mucho más complejo ya que es más un lenguaje visual complejo, y que tiene sus propias reglas. Así, lo que ayer publiqué no se ajusta al género y pienso ir mejorando poco a poco. Vosotros podréis juzgar...

lunes, 5 de mayo de 2008

Brainstorming

"Muéstrame para que pueda verlo
tu talonario de segundas oportunidades",
"Sage",J. Ignacio Sánchez "Pepe",
La noche que no acaba


Joder, ¡vaya día de mierda! Todo el puto día lloviendo. Voy a ese bar a ver si me caliento con un cafelito con leche.

Está muy iluminado. Nunca me había fijado en él, es raro porque vivo al lado, pero bueno ¡hay tantas cosas en la vida que no existen hasta que existen! Una camarera. Extranjera, quizás ecuatoriana. Está secando vasos mientras ve una mierda de telenovela en la pantalla. Esas televisiones han pasado de poner sólo fútbol y motos a esto... En fin, interculturalidad...

¿Qué le pongo? Un café con leche.

En ese momento, suena la puerta y entra Andrés acompañado de un tipo muy pálido, con un ropaje muy oscuro. Los dos están completamente secos y no llevan ni paraguas ni nada. Como siempre, pasando de los fenómenos atmosféricos...

Hola Dani. ¿Qué pasa Andrés? ¿Quién es tu colega?Nada, bien. Se llama La Muerte.
Joder, yo tengo amigos que son la polla, pero la muerte... No sé. Pero bueno, viniendo de ti...
Hola ¿qué tal? Soy Dani. Ya, ya, ya lo sé.
¡Claro, cómo no! Oye para ser la muerte, eres muy masculino. ¿No te habrás equivocado de artículo?
Pues mira, son las ventajas de ser un ente, hasta ayer iba de mujer, pero me tenía que bajar la regla y paso.
Ah. Ok, en fin, pedid café que está "de muerte"
Muy graciosito tu amigo. Dani, pasa de esto, que estoy harto/a.
Vaya, ya veo. Además, tienes que hablar con los dos géneros.
Ya, es la putada de hablar en español y su simpleza de géneros... Y me dirás como sonaría con la modernura esa de poner una @ al final.
Sí, tienes razón. Yo como te veo de tío, te hablaré en masculino.

En ese momento, la/el muerte, Muer a partir de ahora, se levanta y se excusa con gesto de aburrido. Andrés hace un gesto con la cabeza mientras afina, y yo, yo, pues nada, le miro de reojo las tetas a la camarera. Nada, decepción, mucho escote pero poca chicha. Se da la vuelta y caigo, como siempre, en la maldita trampa del tanga que se transparenta a través de unas mayas maléficamente diseñadas a tal efecto. ¡Cuantos culos horrosos no habré contemplado por culpa de tan diabólico artefacto!

Finalmente se va Muer, y yo me quedo con Andrés y dos botellines de Cruzcampo, lo mejor para dedos entumecidos, reza una película por ahí

Andrés, por lo que más quieras, no toques otra vez el puto Killing me softly.
Tranqui, me he pasado a la bossanova, me relaja...
Bueno, espero que no hagas una versión de la puta...

De repente, suena la campanilla de la puerta (sí, sí, ya sé que no estaba antes, pero me molan). Allí está Muer, que con gesto cansado pide una Cruzcampo.

¿Qué tal fue?-Pregunta Andrés.
Pfff, bien, lo de siempre...

Instintivamente, miramos a la televisión. ¡ULTIMA HORA! Atentado en Irak, 100 muertos por la explosión de un coche bomba en un mercado de Bagdad, era la hora punta, el mercado...

¡Joder tronco! Te has pasao- Grita Andrés.
Espera, espera- digo yo- ¿pero eres La muerte de verdad? La parca oscura de afilada guadaña que siega vidas...
Andrés- dice sin mirarme- este es tu colega que me dijiste que escribía, ¿no?
Sí, ¿por? Por nada, por nada. A ver, chaval, deja que me tome mi botellín en paz que vengo de currar.
¡Qué fuerte! Oye, pues para ser un ser tan temible, no impones nada.
Pues ya ves...- Dice con gesto cansado- Ahora vendrán las preguntitas: ¿hay vida después de la muerte? ¿Existe dios? ¿Cuánto me queda...
¡Tres botellines más! No que va. Todo eso no me interesa lo más mínimo, sólo flipaba. Tanto leerte y verte en las pelis, te imaginaba de otra manera.
Sí, suele pasar.
Bueno, ya ha dejado de llover, me voy que mi mujer estará al llegar.

Veo que Muer pone su primera expresión en su rostro. Sorpresa.

¿Pero no me vas a preguntar nada?
Mmm, de loterías, bonolotos y tal ¿qué tal andas?
¿Qué? Pues ni idea, yo no soy Azar.
Pues nada, majete, me piro que tengo prisa.

Me despido de Andrés, previo pago de los botellines de los tres y mi café, porque estos mucha figura eterna, ente, idealización de un pensamiento humano y demás, pero nunca llevan un puto duro, y salgo a la calle con esa estúpida sensación de urbanita de que la lluvia habrá limpiado la contaminación, y subo la cuesta hacia mi casa buscando el abrazo de Ella.


Poble Sec, entre el 25 del 10 del '07 y hoy.

Romeo y Romeo

Romeo y Romeo

Por J. Daniel García

Qué macho es Goliath!

Apuesten”, Anibal Núñez, Cartapacios.

Amanece en un pueblo de Cataluña, Santa Coloma de Farnesio… No espera, era en Santa Perpetua, o no… Bueno, amanece en un pueblo catalán. Romeo abre la ventana y como cada mañana ve a Romeo, ¡qué guapo es! Tan fuerte, tan rubio, con esos ojazos azules. Pero él no le hace caso, como siempre ni lo ve.

Van al mismo instituto, pero nunca han hablado. ¿Cómo lo iban a hacer? Romeo es muy popular, juega en el equipo de fútbol de la ciudad, en el Sport Club Granollers Promesas, tiene una novia guapísima y muchos amigos.

Mientras, Romeo es un joven enquencle, que nunca ha salido con ninguna chica, es más, nunca le han gustado; no hace deporte, y tiene muy pocos amigos. Sólo le gusta una cosa, pintar. Día tras día, con sus pinceles construye mundos paralelos, lugares dónde siempre está con su amado Romeo, estructuras metafísicas dónde cada color es una sensación. El profesor de plástica, ahora creo que le llamáis dibujo artístico, le dice que tiene un gran futuro, le gusta su pintura. Pero a él, eso le da igual, quiere estar con su amado aunque sólo sea en lienzos.

El tiempo pasa, y finalmente Romeo se va del pueblo. Nunca han hablado, nunca le ha besado, ni siquiera se ha atrevido a mirarle fijamente a los ojos. Estudia en París, Nueva York… Aunque, como casi todos, al final piensa que como en casa en ningún sitio, y vuelve a vivir en Barcelona. No le va mal en su vida, dicen los críticos que su pintura está muy cargada de un erotismo y una sensualidad única. Va al gimnasio, se cuida, bebe leche de soja y nunca prueba el alcohol. El amor siempre le ha dado la espalda, quizás porque siempre ha sido más activo que pasivo, y no le falta el dinero. Vive en un ático en el Borne y le encanta cuidar sus plantas.

Un día, Romeo decide ir al pueblo a ver a su familia a la que hace mucho que no visita. Se queda a dormir en casa de su madre, y al levantarse se dirige a la ventana, ceremonioso, casi como si fuera un acto religioso, abre la ventana esperando ver a su amado, su pelo rubio, sus ojos celestes y sus fuertes pectorales.

Pero, ya no hay una casa en frente de la de su madre, lo tiraron todo en la época del “ladrillazo”; ahora hay un edificio altísimo, de esos de veinte plantas y ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ puertas. Decepcionado, cierra las ventanas y las contraventanas, se da una ducha y sale a dar una vuelta por el pueblo. Todo está muy cambiado, ya casi no queda nada de su pueblo natal. Cuando decide volver a casa de su madre ve algo que le llama la atención poderosamente. BAR ROMEO… ¿Será de él? Se queda en medio de la plaza, parado, de pie, ceñido en sus pantalones ajustados Dolce y su camiseta de Armani… Tras unos minutos decide ir. Es un bar antiguo, de esos que si no olieran a viejo se llamarían retro, las mesas de aglomerado chapado marrón, con el centro blanquecino del roce las fichas de dominó. Una barra larga de acero, que tiene un pie alicatado con azulejos marrones oscuros. Dos máquinas tragaperras y una máquina de tabaco, Prohibido a menores de 16 años, se puede leer si apartas el mando para la activación de la misma que cuelga de la parte superior. La pared está llena de fotos de fútbol, metopas. En la barra no hay nadie ahora mismo, y se percibe un ligero olor a amoniaco que sube de los baños de la parte inferior del bar. Se da una vuelta por el local y hay algo que le parece curioso. Hay una foto del Barça de Cruifft, está en un lugar privilegiado. Está colocado el equipo en la típica foto de grupo y debajo hay un rótulo que dice: “1992 Campeones de Europa”, se entretiene mirando las fotos de los jugadores, está dedicada… En esos momentos, sube alguien del baño, lleva una camisa blanca y unos pantalones de pinza, suda mucho y huele a humo de tabaco y amoniaco.

Perdone, que no me había enterado que había entrado nadie. ¿Qué desea?

Es él, la vida ha hecho estragos con él. Ha perdido casi todo el pelo, tiene una gran barriga, luce un gran bigote, los dientes amarillentos del tabaco, tiene unas grandes bolsas bajo los ojos, y las arrugas del tiempo cercan a sus ojos. Pero estos siguen siendo azules, muy azules.

Sí, oiga, que sí quiere algo… Espera, yo a ti te conozco. ¿Eres Romeo el chaval de la Francisca?

Sí, el mismo.

Ya me comentó su madre que habías triunfao con la pintura y eso.

Bueno, no me quejo. ¿Y tú qué tal?

Pues nada, me casé, tengo un par de niñas, y no me va mal la vida... Este bar es mío.

Ajá, ya veo- Aunque no reconoce el cuerpo, los ojos, esos ojos le están deshaciendo.

Bueno, pues nada qué te pongo te invito a algo, y así hablamos del instituto y to eso, y nos echamos unas risas…

Vale.

Y allí estuvieron toda la mañana, luego le invitó a comer en el bar. Siempre lo hacía allí, no ganaba lo suficiente como para poder meter a otro camarero a trabajar con él; sus hijas venían, les daba un beso y se iban al colegio. Después de mucho hablar, Romeo no podía más, tenía una desazón increíble, y el corazón le palpitaba tanto que tenía que bajar de vez en cuando al baño a echarse agua en la cara para relajarse.

Pasó la tarde, y ya la conversación empezó a decaer, no es que no quisieran hablar, es que querían algo más.

Y cuando por fin llegó la noche, y la mañana, y otra noche, y otra mañana. Y cuándo los azules ojos de Romeo se volvieron a abrir no veía a su alrededor más que lienzos, pintura y sueños cumplidos.

FIN

14 de abril de 2008, Madrid.

Mientras vosotros soñábais yo escribía…

Micro inauguración

Y cuando se despertaron,
faltaba su dinosaurio.