miércoles, 21 de mayo de 2008

Computerizar al ser humano

Queridos investigadores, preminentes científicos de alta gama. Seres humanos dotados de la capacidad de ver más allá, de descubrir, de hacernos evolucionar; no gastéis más tiempo y dinero en intentar computerizar la existencia del ser humano, su inteligencia... Siempre habrá un fáctor que os fallará y que es irresoluble: la estupidez humana es incomputeralizable.

sábado, 10 de mayo de 2008

Epistolario Ausente

Querido Yeray,

Me ha encantado el vídeo que me has enviado

coincido totalmente con tu deleite con la lírica popular.

Hace unas semanas, que la idea de que realmente vivimos en un reflejo, se hace más fuerte en mi psique más profunda. Desde que un matemático me ha demostrado, que es más fácil computerizar el subconsciente que la materia consciente he roto la placenta en la que vivía, he rasgado la esfera y ahora veo que vivo realmente en una caverna, allá al fondo veo la luz, la descarnada y violenta luz.

Y es que, querido amigo, este es el "no se qué" que yo veo en la lírica popular, en que es el reflejo más auténtico de ese mundo de las ideas, despojado de ropajes y falsos adornos, el ser humano conoce la pasión poética sin necesidad de adornos; parafraseando al genio la poesía viene pura, vestida de inocencia, para que la amemos como niños.

Finalmente, te dejo un homenaje del gran Leonard Cohen al poeta español que mejor ha comprendido la pasión ontológica de la lírica popular:



Espero que lo disfrutes, un abrazo amigo

jueves, 8 de mayo de 2008

Multiverso

En 1960 Michael Moorcock se hacía eco de la afirmación de Andy Nimmo, por aquel entonces vice-director de la British Interplanerary Society de Escocia, cuando dio un discurso para dicha organización acerca de la interpretación "varios-mundos" de la física cuántica que se había publicado en 1957. Creaba todo un universo literario, formado por un multiverso y la afirmación que la realidad no es más que la réplica de una multitud de realidades interconectadas entre sí, o autónomas, en las que siempre hay un campeón eterno, una lucha entre la ley y el caos, con un estamento superior llamado Balanza Cósmica que buscaba evitar la destrucción del sistema. Yo conocí a este escritor a través de mi aficción al rol, leí todas sus novelas con verdadera pasión, para después, en la carrera, darme cuenta de lo mal visto que había estado este escritor en las esferas de la alta "dignidad literaria". Hoy en día, filósofos como Peter Sloterdijk con su teoría de las esferas, estudios de vanguardia científica acerca de los universos burbuja, e incluso matemáticos como el genial Roger Penrose con sus teorías platónicomatemáticas acerca de la existencia de un mundo de las ideas, reflejan la posibilidad de la existencia de mundos paralelos, de universos coincidentes que incluso chocan entre sí. A ti, Michael Moorcock, escritor que tantos buenos ratos me ha dado va este homenaje:




Algún día, la "alta cultura" se mirará el ombligo y verá que tiene pelusilla, como todo el mundo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Selva de ciudades II

La cala del bufadero

"Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar"
Silvio Rodríguez, De la ausencia y de ti

Para Yeray y su ausencia

Hay una cala en la isla de Gran Canaria muy singular, a medio hora más o menos en guagua de Las Palmas. La parada está en mitad de una carretera polvorienta, y si no preguntas a algún lugareño o al guagüero no serás capaz de llegar. Si lo haces, veras que la gente te mira un poco extrañada, y no es raro dada la fauna que se mueve por aquella calita.

Es uno de los enclaves naturales más impresionantes que he visto nunca, es una especie de cuña elevada en el océano que se renueva de agua limpia cada vez que sube la marea. De varios metros de profundidad y rodeada de rocas negras. Te puedes aventurar a la punta de cuña y estás como suspendido en el aire, con las olas rompiendo bajo ti con una fuerza atronadora, y de vez en cuando el agua salada saltando por encima de ti, bufando. Roca negra, agua cristalina con todos las tonalidades del azul que pueda una mente imaginar. Pero, sin ninguna duda, son los personajes que visitan tan increíble lugar los que más llaman la atención.

Vamos a conocer a algunos. La cala, me contó un amigo, fue un reducto de travestis durante el franquismo, y se nota en que siguen frecuentandola, la Pili, la Bettybú, la Flor... hombres hinchados a hormonas femeninas, con unos tangas que ellos mismos facturan, de flores, corazones, en resumen de muchos colores. Se lanzan al agua desde más de tres metros de alturas cual Johnny Weissmuller depilado y rasurado (particularmente una de ellas es la más impresionante, hace incluso el ángel antes de caer), para después, si estás en el agua gritar: ¡Socorro, socorro, salvavidas me ahogo! Entre risas y desfachatez de una nadadora con más tablas que Thorpe. De todas, hay dos que siempre atrajeron mi atención. Por un lado, la Betty, un calvo enorme, con tetas hormonadas y unos pelos del sobaco que le llegan casi a la cintura y por otro lado, no me acuerdo ya del nombre,pero sí que trabajaba en un banco. De diario, traje ejecutivo y reuniones de negocios. En su tiempo libre, tanga de colorines y chapoteos plumeríficos.

Además de la "tribu" afeminada, acudían a la cala una pareja de lo más singular. Todo el santo día fumando porros y mirando hacia el océano. Totalmente desnudos y con una pequeña tienda de campaña en la parte de arriba de la cala. Correteaban a su alrededor siempre dos críos, ¿o eran tres?, de otros tantos hombres con la señora, mientras ellos fumaban los niños se jugaban la vida entre las rocas y el poderoso océano, sin que ellos le otorgaroan mucha importancia. De vez en cuando, el hombre gritaba algo en un idioma incomprensible, algo así entre dientes como: "agroosmoosmasdn" y los niños obedecían, ¡esto era acojonante! Habían creado entre THC y THC su propio lenguaje, y entre ellos funcionaba.

Habían muchos más, el gay colombiano exiliado con apellido sospechoso, los mirones onanistas de los acantilados... Pero el último que te voy a presentar era Sandokan. Un hombre que había salvado tantas personas de morir ahogadas como cicatrices tenía en el cuerpo de las agudas rocas. Se atrevía a entrar en los rompientes a los que los equipos de salvamento eran incapaces de acceder. Dicen que con 15 años ya salvó a una niña de morir ahogada. De tez morena, ahicharrado, calvo y con una gran barba blanca, siempre mirando al océano, escudriñando los acantilados en busca de problemas. Con más de 30 años de salvar gente a sus espaldas, una vez que hablé con él, sólo pude sacarle estas palabras: "No te fíes del mar, muchacho, nunca le des la espalda"

Y es que, finalmente, la cala era tan espectacular como peligrosa, y disfrutar de sus placeres le había costado la vida a más de un despistado.

7 de mayo de 08, Poble Sec


martes, 6 de mayo de 2008

Selva de ciudades

El organillero


Locura, s. Ese "don y divina facultad" cuya energía creadora y ordenadora inspira el espíritu del hombre, guía sus actos y adorna su vida.
Ambrose Bierce, El diccionario del diablo.

Día tras día, con sol, con lluvia, con miradas, ignorado... Él está allí, con su viejo perro de raza indefinida, su bicicleta con un remolque casero y su organillo. Hace años que ese viejo trasto no suena, pero a él le da igual, mueve la manivela pacientemente mientras la música que lleva grabada suena por los altavoces a pilas de su equipo. El puesto lo adornan dos grandes sombrillas. Siempre lleva una gorra roja, vieja y sucia, unas grandes gafas de pasta, una camisa de cuadros verdes, y un pantalón, que hace años era azul, de pana. Se acuclilla en el suelo, y pasa horas y horas, mientras el devenir frenético de la ciudad le ignora tanto como a un chicle pegado en el suelo.

La primera vez que le vi, creía que estaba allí para pedir dinero, pero, no había donde echarlo. Después, he ido observándolo día a día, y nadie le da dinero, él sólo recibe cosas. El otro día un chavalillo le regaló un cómic, bueno un tebeo mejor dicho, de Mortadelo y Filemón. Desde entonces, se sienta al lado del organillo destartalado y lee. La música suena, y su ritual parece haberse roto, pero a él le da igual. Con sus enormes gafas, lee y sonríe, lee, sonríe.

Declaración de intenciones

Con dos días que llevo de "bloguero", me he dado cuenta de que es un género literario más, mucho más complejo ya que es más un lenguaje visual complejo, y que tiene sus propias reglas. Así, lo que ayer publiqué no se ajusta al género y pienso ir mejorando poco a poco. Vosotros podréis juzgar...

lunes, 5 de mayo de 2008

Brainstorming

"Muéstrame para que pueda verlo
tu talonario de segundas oportunidades",
"Sage",J. Ignacio Sánchez "Pepe",
La noche que no acaba


Joder, ¡vaya día de mierda! Todo el puto día lloviendo. Voy a ese bar a ver si me caliento con un cafelito con leche.

Está muy iluminado. Nunca me había fijado en él, es raro porque vivo al lado, pero bueno ¡hay tantas cosas en la vida que no existen hasta que existen! Una camarera. Extranjera, quizás ecuatoriana. Está secando vasos mientras ve una mierda de telenovela en la pantalla. Esas televisiones han pasado de poner sólo fútbol y motos a esto... En fin, interculturalidad...

¿Qué le pongo? Un café con leche.

En ese momento, suena la puerta y entra Andrés acompañado de un tipo muy pálido, con un ropaje muy oscuro. Los dos están completamente secos y no llevan ni paraguas ni nada. Como siempre, pasando de los fenómenos atmosféricos...

Hola Dani. ¿Qué pasa Andrés? ¿Quién es tu colega?Nada, bien. Se llama La Muerte.
Joder, yo tengo amigos que son la polla, pero la muerte... No sé. Pero bueno, viniendo de ti...
Hola ¿qué tal? Soy Dani. Ya, ya, ya lo sé.
¡Claro, cómo no! Oye para ser la muerte, eres muy masculino. ¿No te habrás equivocado de artículo?
Pues mira, son las ventajas de ser un ente, hasta ayer iba de mujer, pero me tenía que bajar la regla y paso.
Ah. Ok, en fin, pedid café que está "de muerte"
Muy graciosito tu amigo. Dani, pasa de esto, que estoy harto/a.
Vaya, ya veo. Además, tienes que hablar con los dos géneros.
Ya, es la putada de hablar en español y su simpleza de géneros... Y me dirás como sonaría con la modernura esa de poner una @ al final.
Sí, tienes razón. Yo como te veo de tío, te hablaré en masculino.

En ese momento, la/el muerte, Muer a partir de ahora, se levanta y se excusa con gesto de aburrido. Andrés hace un gesto con la cabeza mientras afina, y yo, yo, pues nada, le miro de reojo las tetas a la camarera. Nada, decepción, mucho escote pero poca chicha. Se da la vuelta y caigo, como siempre, en la maldita trampa del tanga que se transparenta a través de unas mayas maléficamente diseñadas a tal efecto. ¡Cuantos culos horrosos no habré contemplado por culpa de tan diabólico artefacto!

Finalmente se va Muer, y yo me quedo con Andrés y dos botellines de Cruzcampo, lo mejor para dedos entumecidos, reza una película por ahí

Andrés, por lo que más quieras, no toques otra vez el puto Killing me softly.
Tranqui, me he pasado a la bossanova, me relaja...
Bueno, espero que no hagas una versión de la puta...

De repente, suena la campanilla de la puerta (sí, sí, ya sé que no estaba antes, pero me molan). Allí está Muer, que con gesto cansado pide una Cruzcampo.

¿Qué tal fue?-Pregunta Andrés.
Pfff, bien, lo de siempre...

Instintivamente, miramos a la televisión. ¡ULTIMA HORA! Atentado en Irak, 100 muertos por la explosión de un coche bomba en un mercado de Bagdad, era la hora punta, el mercado...

¡Joder tronco! Te has pasao- Grita Andrés.
Espera, espera- digo yo- ¿pero eres La muerte de verdad? La parca oscura de afilada guadaña que siega vidas...
Andrés- dice sin mirarme- este es tu colega que me dijiste que escribía, ¿no?
Sí, ¿por? Por nada, por nada. A ver, chaval, deja que me tome mi botellín en paz que vengo de currar.
¡Qué fuerte! Oye, pues para ser un ser tan temible, no impones nada.
Pues ya ves...- Dice con gesto cansado- Ahora vendrán las preguntitas: ¿hay vida después de la muerte? ¿Existe dios? ¿Cuánto me queda...
¡Tres botellines más! No que va. Todo eso no me interesa lo más mínimo, sólo flipaba. Tanto leerte y verte en las pelis, te imaginaba de otra manera.
Sí, suele pasar.
Bueno, ya ha dejado de llover, me voy que mi mujer estará al llegar.

Veo que Muer pone su primera expresión en su rostro. Sorpresa.

¿Pero no me vas a preguntar nada?
Mmm, de loterías, bonolotos y tal ¿qué tal andas?
¿Qué? Pues ni idea, yo no soy Azar.
Pues nada, majete, me piro que tengo prisa.

Me despido de Andrés, previo pago de los botellines de los tres y mi café, porque estos mucha figura eterna, ente, idealización de un pensamiento humano y demás, pero nunca llevan un puto duro, y salgo a la calle con esa estúpida sensación de urbanita de que la lluvia habrá limpiado la contaminación, y subo la cuesta hacia mi casa buscando el abrazo de Ella.


Poble Sec, entre el 25 del 10 del '07 y hoy.

Romeo y Romeo

Romeo y Romeo

Por J. Daniel García

Qué macho es Goliath!

Apuesten”, Anibal Núñez, Cartapacios.

Amanece en un pueblo de Cataluña, Santa Coloma de Farnesio… No espera, era en Santa Perpetua, o no… Bueno, amanece en un pueblo catalán. Romeo abre la ventana y como cada mañana ve a Romeo, ¡qué guapo es! Tan fuerte, tan rubio, con esos ojazos azules. Pero él no le hace caso, como siempre ni lo ve.

Van al mismo instituto, pero nunca han hablado. ¿Cómo lo iban a hacer? Romeo es muy popular, juega en el equipo de fútbol de la ciudad, en el Sport Club Granollers Promesas, tiene una novia guapísima y muchos amigos.

Mientras, Romeo es un joven enquencle, que nunca ha salido con ninguna chica, es más, nunca le han gustado; no hace deporte, y tiene muy pocos amigos. Sólo le gusta una cosa, pintar. Día tras día, con sus pinceles construye mundos paralelos, lugares dónde siempre está con su amado Romeo, estructuras metafísicas dónde cada color es una sensación. El profesor de plástica, ahora creo que le llamáis dibujo artístico, le dice que tiene un gran futuro, le gusta su pintura. Pero a él, eso le da igual, quiere estar con su amado aunque sólo sea en lienzos.

El tiempo pasa, y finalmente Romeo se va del pueblo. Nunca han hablado, nunca le ha besado, ni siquiera se ha atrevido a mirarle fijamente a los ojos. Estudia en París, Nueva York… Aunque, como casi todos, al final piensa que como en casa en ningún sitio, y vuelve a vivir en Barcelona. No le va mal en su vida, dicen los críticos que su pintura está muy cargada de un erotismo y una sensualidad única. Va al gimnasio, se cuida, bebe leche de soja y nunca prueba el alcohol. El amor siempre le ha dado la espalda, quizás porque siempre ha sido más activo que pasivo, y no le falta el dinero. Vive en un ático en el Borne y le encanta cuidar sus plantas.

Un día, Romeo decide ir al pueblo a ver a su familia a la que hace mucho que no visita. Se queda a dormir en casa de su madre, y al levantarse se dirige a la ventana, ceremonioso, casi como si fuera un acto religioso, abre la ventana esperando ver a su amado, su pelo rubio, sus ojos celestes y sus fuertes pectorales.

Pero, ya no hay una casa en frente de la de su madre, lo tiraron todo en la época del “ladrillazo”; ahora hay un edificio altísimo, de esos de veinte plantas y ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ puertas. Decepcionado, cierra las ventanas y las contraventanas, se da una ducha y sale a dar una vuelta por el pueblo. Todo está muy cambiado, ya casi no queda nada de su pueblo natal. Cuando decide volver a casa de su madre ve algo que le llama la atención poderosamente. BAR ROMEO… ¿Será de él? Se queda en medio de la plaza, parado, de pie, ceñido en sus pantalones ajustados Dolce y su camiseta de Armani… Tras unos minutos decide ir. Es un bar antiguo, de esos que si no olieran a viejo se llamarían retro, las mesas de aglomerado chapado marrón, con el centro blanquecino del roce las fichas de dominó. Una barra larga de acero, que tiene un pie alicatado con azulejos marrones oscuros. Dos máquinas tragaperras y una máquina de tabaco, Prohibido a menores de 16 años, se puede leer si apartas el mando para la activación de la misma que cuelga de la parte superior. La pared está llena de fotos de fútbol, metopas. En la barra no hay nadie ahora mismo, y se percibe un ligero olor a amoniaco que sube de los baños de la parte inferior del bar. Se da una vuelta por el local y hay algo que le parece curioso. Hay una foto del Barça de Cruifft, está en un lugar privilegiado. Está colocado el equipo en la típica foto de grupo y debajo hay un rótulo que dice: “1992 Campeones de Europa”, se entretiene mirando las fotos de los jugadores, está dedicada… En esos momentos, sube alguien del baño, lleva una camisa blanca y unos pantalones de pinza, suda mucho y huele a humo de tabaco y amoniaco.

Perdone, que no me había enterado que había entrado nadie. ¿Qué desea?

Es él, la vida ha hecho estragos con él. Ha perdido casi todo el pelo, tiene una gran barriga, luce un gran bigote, los dientes amarillentos del tabaco, tiene unas grandes bolsas bajo los ojos, y las arrugas del tiempo cercan a sus ojos. Pero estos siguen siendo azules, muy azules.

Sí, oiga, que sí quiere algo… Espera, yo a ti te conozco. ¿Eres Romeo el chaval de la Francisca?

Sí, el mismo.

Ya me comentó su madre que habías triunfao con la pintura y eso.

Bueno, no me quejo. ¿Y tú qué tal?

Pues nada, me casé, tengo un par de niñas, y no me va mal la vida... Este bar es mío.

Ajá, ya veo- Aunque no reconoce el cuerpo, los ojos, esos ojos le están deshaciendo.

Bueno, pues nada qué te pongo te invito a algo, y así hablamos del instituto y to eso, y nos echamos unas risas…

Vale.

Y allí estuvieron toda la mañana, luego le invitó a comer en el bar. Siempre lo hacía allí, no ganaba lo suficiente como para poder meter a otro camarero a trabajar con él; sus hijas venían, les daba un beso y se iban al colegio. Después de mucho hablar, Romeo no podía más, tenía una desazón increíble, y el corazón le palpitaba tanto que tenía que bajar de vez en cuando al baño a echarse agua en la cara para relajarse.

Pasó la tarde, y ya la conversación empezó a decaer, no es que no quisieran hablar, es que querían algo más.

Y cuando por fin llegó la noche, y la mañana, y otra noche, y otra mañana. Y cuándo los azules ojos de Romeo se volvieron a abrir no veía a su alrededor más que lienzos, pintura y sueños cumplidos.

FIN

14 de abril de 2008, Madrid.

Mientras vosotros soñábais yo escribía…

Micro inauguración

Y cuando se despertaron,
faltaba su dinosaurio.